lunes, 31 de mayo de 2010

COMO SALIR DEL ANCLAJE EMOCIONAL

COMO SE PUEDE SALIR DE LA EMOCIÓN

COMO SALIR DEL ANCLAJE EMOCIONAL QUE NOS HUNDE



Cuando nos sentimos emocionalmente mal, solemos ver todo lo que nos rodea de manera negativa. No tenemos ánimos para iniciar nada, dejamos de creer en nosotros mismos, nos embarga un sentimiento de tristeza que nos impide pensar.

Ante semenjante caos la mente se bloquea y piensa lo que justamente no conviene, es decir, no racionaliza.

Antes de adentrarnos en los mecanismos mentales o técnicas que hemos de utilizar, para salir de este anclaje, haremos especial hincapié en la racionalización.

¿Qué es eso de racionalizar?.

Racionalizar es un proceso cognitivo que se efectúa y se lleva a cabo en nuestro neocortex (en el lóbulo frontal). Este detalle es importante conocer porque el cerebro humano es como un músculo que se puede entrenar y ese entrenamiento ha de servirnos para potenciar nuestras capacidades tanto racionales como creativas.

Algunas veces, debido a las situaciones que vivimos, nuestros miedos o nuestra sensación de incapacidad, pueden crearnos bloqueos en nuestro propio sistema, que hacen que el aprendizaje se convierta en algo difícil y desagradable, además de mantenernos en pensamientos destructivos que solo hacen que ocasionarnos estancamiento, impidiéndonos realizar el proceso de racionalización ante una situación emocional que nos produce dolor y que somos incapaces de resolver, llevándonos a la alteración de nuestro estado anímico que si no se resuelve puede llevarnos a verdaderos estados depresivos.

Volviendo el tema de racionalizar, existen unos ejercicios denominados gimnasia cerebral que nos permite optimizar el funcionamiento de los dos hemisferios y mejorar la conexión entre cerebro y cuerpo a través del movimiento.

Se puede desarrollar una serie de ejercicios que le permiten no solo relajarse, sino activar su cerebro, potenciar su potencial creativo, permitiendo que sus pensamientos fluyen y por consiguiente facilitar que desaparezca el anclaje emocional.

Estos son algunos ejercicios para mejorar y fortalecer las conexiones neuronales y potenciar la racionalzación, citaremos unos muy sencillos de realizar pudiéndolos realizar comodamente desde su casa.

Abrir y cerrar la llave del agua con la mano izquierda (en caso de ser diestro). Resolver un crucigrama. Armar un rompecabezas. Leer periódicos en voz alta. Cruzar los dedos. Se trata de intercambiar, simultáneamente, los dedos índice y meñique de cada, una rutina que ayuda a que los dos hemisferios cerebrales se conecten. Permiten la interconexión de diferentes áreas de la corteza cerebral, de manera que, cuando realiza una actividad, habrá un mejor potencial. Movimiento cruzado. Sentada en una silla levanta la rodilla derecha y tócala con la mano izquierda. Levanta la rodilla izquierda y tócala con la mano derecha. Repite los dos movimientos diez veces. Todo ellos nos ayudará a pensar pero de manera racionalizada y nos surgiran ideas y pensamientos mas saludables, racionalizando la emoción y por ende se buscará la manera de salir de la excesiva emocionalidad.

Con ello conseguiremos saber el porqué nos sentimos mal y se tomarán medidas para salir del pozo en el que nos podamos hallar, pero hemos de resaltar que en estados más graves, se ha de recurrir a un profesional para poder salir del estado depresivo.

En casos de un estado anímico negativo leve se puede practicar los ejercicios mencionados, polarizando una actitud pasiva a una actitud activa, cambiando el estado anímico de negativo a positivo.



Os propongo poner en práctica esas sencillas técnicas observando que racionalizando podréis salir de ese estado distímico que tan malestar ocasiona.



Montse Guardia

¿QUÉ ES LA MELANCOLÍA?


LA MELANCOLIA




En primer lugar hemos de definir que es la melancolía, sabemos que es un estado emocional que aparace cuando nos sentimos que hemos perdido aquello que sentíamos nuestro en lo más profundo.



Término derivado del griego melas (negra) y khole (bilis), utilizado en filosofía, literatura y medicina, en psiquiatría y en psicoanálisis; desde la Antigüedad, designa una forma de locura caracterizada por el ánimo sombrío, es decir, por una tristeza profunda, un estado depresivo que puede llevar al suicidio, y por manifestaciones de temor y desaliento que pueden o no tomar el aspecto de un delirio.



Aunque la melancolía ocupa un lugar importante en el dispositivo freudiano, los mejores estudios sobre este tema no fueron producidos por el discurso psiquiátrico o psicoanalítico, sino por los poetas, los filósofos, los pintores y los historiadores que supieron asegurarle un estatuto teórico, social, médico y subjetivo.Desde la descripción homérica de la tristeza de Belerofonte (héroe perseguido por el odio de los dioses, ya que había querido escalar el cielo) hasta la teorización de Aristóteles acerca del "genio melancólico", pasando por el relato mítico de Hipócrates sobre Demócrito (ese filósofo "loco" que se reía de todo y diseccionaba animales para encontrar en ellos la causa de la melancolía del mundo), esta forma de lamentación perpetua siempre fue la expresión más incandescente de una rebelión del pensamiento y también la manifestación más extrema de un deseo de autoaniquilación ligado a la pérdida de un ideal.



De allí la idea desarrollada por Erwin Panofsky (1892-1968) de que la historia de la melancolía es la historia de una transferencia permanente entre el dominio de la enfermedad y el del espíritu, el relato de la intensa y sombría irradiación del sujeto de la civilización víctima del desfallecimiento de su deseo.



Con la instauración del saber psiquiátrico en el siglo XIX, la melancolía sufrió numerosas variaciones terminológicas, destinadas en primer lugar a transformar esa extraña “Felicidad de estar triste" (como diría Victor Hugo) en una verdadera enfermedad mental sin adornos literarios o filosóficos, y en segundo término a inscribirla en una nueva nosografía regida por la división entre psicosis y neurosis. Llamada lipemanía por Jean-Étienne Esquirol (1772-1840), la melancolía tomó después el nombre de locura circular en la pluma de Jean-Pierre Falret (1794-1870), y se la vinculó entonces con la manía. A fines del siglo, Emil Kraepelin la incorporó a la locura maníaco-depresiva, más tarde refundida en la psicosis maníaco-depresiva.



Poco interesado por esta psiquiatrización del estado melancólico, Sigmund Freud renunció a acercar manía y depresión, prefiriendo revigorizar la antigua definición de la melancolía: no ya una enfermedad, sino un destino subjetivo.En 1895 Freud se planteó el problema de la melancolía, y en un manuscrito enviado a Wilhelm Fliess la relacionó con el duelo (es decir, con el lamento por algo perdido") la comparó con la anorexia y la vinculó con una ausencia de excitación sexual somática. Pero sólo en 1917 publicó un texto magistral sobre el tema, "Duelo y melancolía", haciendo del segundo término la forma patológica del primero. Mientras que en el trabajo de duelo el sujeto logra desprenderse progresivamente del objeto perdido, en la melancolía, por el contrario, se piensa culpable de la muerte que ha sobrevenido, la niega, se cree poseído por el difunto o afectado de la enfermedad que llevó a la muerte a este último.



En síntesis, el yo se identifica con el objeto perdido, al punto de perderse a sí mismo en la desesperación infinita de una nada irremediable. Antes de publicarlo, Freud envió este texto a Karl Abraham, gran especialista freudiano en las psicosis, y principalmente en la melancolía en su forma de psicosis maníaco-depresiva, a la cual dedicó varios artículos.Mientras que los freudianos asociarían los datos de la nosografía psiquiátrica con la reflexión psicoanalítica sobre el duelo, la escuela kleiniana, marcada desde el principio por el trabajo de Abraham, acentuó la problemática de la pérdida del objeto y de la posición depresiva inscrita en el núcleo de la realidad psíquica.



A fines del siglo XX, la depresión, forma atenuada de la melancolía, se ha convertido en las sociedades industriales avanzadas en una especie de equivalente de la histeria de la Salpêtrière, exhibida en otro tiempo por Jean Martin Charcot: una verdadera enfermedad de la época. Pero si la histeria aparecía a los ojos de los contemporáneos como una rebelión del cuerpo femenino contra la opresión patriarcal, la depresión, cien años más tarde, parece ser la marca del fracaso del paradigma de la rebelión en un mundo carente de ideales y dominado por una poderosa tecnología farmacológica muy eficaz en el plano terapéutico.



Por otra parte, en la estructura melancólica hay una constante, como lo demostró Freud. Se trata de la imposibilidad permanente de que el sujeto haga el duelo del objeto perdido.



Y es esto sin duda lo que explica la presencia de ese famoso "temperamento melancólico" en los grandes místicos, siempre en peligro de alejarse de Dios; en los revolucionarios, siempre en busca de un ideal que se sustrae, y en algunos creadores, que persiguen constantemente una superación de sí mismos.



Aunque si bien es verdad que la persona con tendencia melancólica, le será difícil de salir de este estado, actualmente existen muchas técnicas para paliar este sentimiento doloroso que puede llegar a la pérdida de sentido de vivir, y en casos extremos a un suicidio.



Seguiré hablando del tema en una próxima entrada, dando información de técnicas, así como de consejos para salir de un estado melancólico.



Espero os haya sido de vuestro interés.



Montse Guardia

lunes, 24 de mayo de 2010

ESTRUCTURA DEL CARÁCTER SEGÚN EL SISTEMA ENEAGRAMÁTICO

El «esqueleto mental» que todos compartimos es como una estructura que puede romperse como un cristal en un cierto número de maneras que están predeterminadas, de modo que, de entre todo el conjunto de rasgos estructurales principales, cualquier individuo dado (como resultado de la interacción de factores constitucionales y situacionales), acabará tomando uno u otro como primer plano de su personalidad, mientras que el resto de rasgos estarán en un fondo más próximo o más lejano.



Podríamos usar también la analogía de un cuerpo geométrico que descansa sobre una u otra de sus caras; todos compartimos una personalidad con las mismas «caras», lados y vértices, pero (continuando con la analogía) con diferentes orientaciones al espacio, “cosmovisión”.



Según esta visión existen nueve caracteres principales -(en contraste con los tres de Sheldon, los cuatro temperamentos de Hipócrates, los cinco tipos bioenergéticos de Lowen y las cinco dimensiones de algunos factorialistas)-. Cada uno de éstos presenta, a su vez, tres variantes, según sea el predominio de intensidad de los impulsos de autoconservación, sexual o social (existen un total de 27, tres por cada eneatipo, conocido como subtipos).



Los nueve caracteres, en esta visión, no constituyen simplemente una serie de estilos de personalidad: constituyen un conjunto organizado de estructuras de carácter, entre las cuales se observan relaciones específicas de contigüidad, contraste, polaridad, etc. Estas relaciones están representadas de acuerdo con la estructura geométrica tradicional llamada «Eneagrama» denominaremos a estos caracteres “eneatipos”, como abreviación de «tipos de personalidad según el Eneagrama.

domingo, 23 de mayo de 2010

DISTINCIÓN ENTRE TEMPERAMENTO, CARÁCTER Y PERSONALIDAD


TEMPERAMENTO, CARACTER Y PERSONALIDAD


Estos tres términos “temperamento”, “carácter” y “personalidad”, se entremezclan en la literatura, y su significado a muchos podría parecerles, hasta sinónimos. Ciertamente, son términos muy próximos, pero de ninguna manera idénticos. Para comenzar a delimitarlos, podemos citar a Allport, que define así a la personalidad según el cuadro sinóptico arriba insertado.

El temperamento nos viene heredado, es una manera de comportarse que nos viene en la información que llevamos en nuestros genes.

El carácter se forma y se conforma durante los primeros años de vida y que en función de nuestro temperamento y nuestras experiencias y sentimientos vividos en estos primeros años, nos mostraremos con una determinada personalidad.

La personalidad es lo que podríamos llamar una máscara como muy bien definiera el sociólogo Erwing Goffman:

“todo hombre es un actor en la gran representación social que es la vida, un actor que actúa un papel múltiple, ahora -por ejemplo- es padre, ahora es hijo, ahora hermano, ahora amigo, ahora domina, ahora es dominado. Todos estos papeles en el curso de la misma "representación", es decir de la única vida que "actuando" vive..

Se pueden tomar las interacciones personales como interpretaciones teatrales que en función del rol que adquiramos, actuamos.

Estableciendo relación con el Eneagrama, la máscara cotidiana, puede tener 9 tipologías distintas que en un momento dado podemos estar en la máscara del perfeccionista o en la del leal, o la del conciliador, en función de las innumerables variables, o como ya se ha citado, de los papeles que tengamos que representar y también por supuesto, de la pasión que nos invada circunstancialmente o que nos domina.



"La personalidad son como cuadros impresionistas. A cierta distancia, cada persona parece hecha "de una pieza"; desde mas cerca, constituye un desconcertante entramado de estados de animo, cogniciones e intenciones" (Theodore Millon).





DESCRIPCIÓN DEL CARÁCTER
Por Claudio Naranjo


Podemos describir el carácter como un compuesto de rasgos, entendiendo que cada uno de ellos apareció bien como identificación con un rasgo de los padres o bien, por el contrario, por deseo de no ser como los padres en ese aspecto en particular (muchos de nuestros rasgos corresponden a una identificación con uno de nuestros progenitores y, al mismo tiempo, a un acto de rebeldía con respecto al rasgo opuesto del otro). Otros rasgos pueden entenderse como adaptaciones más complejas y contramanipulaciones. Pero el carácter es más que un conjunto caótico de rasgos: es una compleja estructura que podría representarse en forma de árbol, en el que los distintos comportamientos son aspectos de comportamientos mas generales.

Núcleo fundamental del carácter

ESTRUCTURA DEL CARÁCTER


El «esqueleto mental» que todos compartimos es como una estructura que puede romperse como un cristal en un cierto número de maneras que están predeterminadas, de modo que, de entre todo el conjunto de rasgos estructurales principales, cualquier individuo dado (como resultado de la interacción de factores constitucionales y situacionales), acabará tomando uno u otro como primer plano de su personalidad, mientras que el resto de rasgos estarán en un fondo más próximo o más lejano.

Podríamos usar también la analogía de un cuerpo geométrico que descansa sobre una u otra de sus caras; todos compartimos una personalidad con las mismas «caras», lados y vértices, pero (continuando con la analogía) con diferentes orientaciones al espacio, “cosmovisión”.



Según esta visión existen nueve caracteres principales -(en contraste con los tres de Sheldon, los cuatro temperamentos de Hipócrates, los cinco tipos bioenergéticos de Lowen y las cinco dimensiones de algunos factorialistas)-. Cada uno de éstos presenta, a su vez, tres variantes, según sea el predominio de intensidad de los impulsos de autoconservación, sexual o social (existen un total de 27, tres por cada eneatipo, conocido como subtipos).



Los nueve caracteres, en esta visión, no constituyen simplemente una serie de estilos de personalidad: constituyen un conjunto organizado de estructuras de carácter, entre las cuales se observan relaciones específicas de contigüidad, contraste, polaridad, etc. Estas relaciones están representadas de acuerdo con la estructura geométrica tradicional llamada «Eneagrama» denominaremos a estos caracteres “eneatipos”, como abreviación de «tipos de personalidad según el Eneagrama.

Toda forma de carácter interfiere con lo instintivo.

El carácter ha surgido para protegernos, nos hemos creado una mascara en función de lo que esperamos que los demás nos quieran o nos acepten, y por ello nos ponemos una máscara, por lo tanto no somos espontáneos, la esencia no sale, el proceso instintivo queda muy bloqueado, todo carácter, sea el que sea interfiere con lo instintivo, es hermético, se fragmenta por dentro pero no sale.



         EXPLICACIÓN DEL NÚCLEO FUNDAMENTAL DEL CARÁCTER

Nacemos con un temperamento que nos viene en nuestra información genética, es decir, lo heredamos, pero el carácter de alguna manera se forma y se conforma en nuestros primeros 7 años de vida, (factores ambientales, lo que vemos o vivimos en nuestra infancia, los decretos parentales), por lo que de alguna manera el carácter somete al temperamento y en función de como hayamos vivenciado nuestras experiencias que no tiene porque ser traumáticas, tendremos un carácter u otro, subyugando al temperamento, o inhibiéndolo.


Porque inhibimos nuestro temperamento?? Voy a poner un ejemplo:

Imaginaros una niña revoltosa y desde tu más tierna infancia te han dicho se ordenada que eres un desastre, no te ensucies, eres torpe, no te concentras....

Esa niña interpreta ante estos decretos que no es aceptada tal y como ella es, por lo que se siente criticada y además adquiere la creencia que haga lo que haga nunca obtendrá el reconocimiento de su Papi o de su Mami, por lo que probablemente en su madurez, en acto de rebeldía sea un verdadero desastre para fastidiar a sus Padres, o bien puede convertirse en una persona súper controlada, ordenada, inhibiendo su temperamento por miedo a ser criticada o no aceptada.

Por eso el núcleo fundamental del carácter esta compuesto por un aspecto motivacional, la pasión es una motivación deficitaria, y eso significa y siguiendo el ejemplo citado, si nos sentimos criticados hay una motivación deficitaria respecto a nuestros deseos básicos que es ser aceptados y queridos.

Hemos de tener presente que en nuestra infancia no podemos comprender de la misma manera que en nuestra edad adulta porqué estamos en una fase de desarrollo cognitivo y físico, por lo que no podemos gestionar ni comprender como adultos y eso juega en contra, ya que podemos mal interpretar estos decretos parentales como que no nos quieren, en lugar de pensar que nos están enseñando a ser ordenados, aunque a veces realmente el niño ha sufrido verdaderas vejaciones y malos tratos, pero no tiene porqué ser siempre esos casos extremos, a veces de Padres muy exigentes, los hijos quedan fijados en aquello que saben que van a conseguir la aprobación parental.

Por lo que no hemos de olvidar que esa motivación deficitaria siempre va ser subjetiva es como lo vive el niño, lo que experimenta y vivencia, y es aquí donde entra el otro aspecto que es la fijación es precisamente quedarse anclado en este... tengo que ser una persona perfecta para que mis papis me quieran. Claro esta que siempre habrá grados de perfeccionismo, ya que incluso puede convertirse en una psicopatologia, pero es muy común tener en nuestra familia alguien súper ordenado meticuloso, pulcro crítico, etc., pues este seria el ejemplo de una persona que en su infancia haya introyectado estos decretos como un mensaje de no ser aceptado.

Por lo tanto, toda forma de carácter conlleva una personalidad condicionada, dejas de ser tal y como eres para pasar a ser, como crees que tus padres quieren que tú seas. Con los años provoca neurosis importantes, porque en realidad la persona deja de ser ella misma y vive con una máscara que lo aleja de su esencia. Queda fijada en esa idea.

Por lo que:


Existe una interferencia de la pasión en el instinto bajo la influencia continuada de una percepción cognitiva distorsionadora

Por sentirnos deficitarios en nuestros deseos básicos, no sacamos nuestra parte instintiva y la bloqueamos bajo la creencia de una idea distorsionada (fijación) ejemplo he de ser perfecto para que me quieran y me acepten.

miércoles, 19 de mayo de 2010

ENIGMAS DEL CEREBRO HUMANO


PROGRAMA REDES POR EDUARD PUNSET
ENTREVISTA CON EL NEUROPSICÓLOGO RICHARD DAVIDSON

Estamos programados, más que cualquier otro animal, para cambiar, para aprender y para dejar que nuestro entorno moldee el sustrato de nuestros pensamientos: el cerebro. Si queremos mejorar nuestro comportamiento con los demás y con nuestro entorno natural habrá que trabajar en ello desde los primeros años, como hacemos para aprender a hablar o a tocar un instrumento. Hoy en Redes escucharemos propuestas del neuropsicólogo Richard Davidson para mejorar la educación y con el psicólogo Daniel Goleman descubriremos cómo consumir en el futuro para ser unos mejores huéspedes de este planeta


martes, 18 de mayo de 2010

ORIGENES DEL ENEAGRAMA


HISTORIA Y ORÍGEN DEL ENEAGRAMA


El origen del Eneagrama es bastante enigmático y todavía sigue siendo objeto de considerable debate.
Etimología

La palabra “Eneagrama” es de origen griego y significa "nueve líneas".



Eneagrama: (del griego ennéa = nueve + grama = línea) el nombre designa un diagrama compuesto por un círculo con nueve puntos en su circunferencia, unidos entre sí por un triángulo y un hexágono circunscritos. Originariamente va más allá de la descripción de 9 tipologías de personalidad, tiene otras aplicaciones dentro del campo científico y fuera de el, y otras que aún están por descubrir, pero el que veremos aquí, es el ENEAGRAMA que se ha popularizado como símbolo de un sistema de tipología de la personalidad, que consta de nueve tipos caracterológicos básicos, además de algunos aspectos que añado, producto de los años de análisis y estudio al respecto.


Es Oscar Ichazo un boliviano ilustre (profesor de psicología), quien se atribuye el descubrimiento e interpretación psicológica d’aquest sistema. Claudio Naranjo, así como otros reconocidos psiquiatras, han sido los responsables de divulgarlo por todo el mundo.

La enseñanza original puede remontarse a 3000 años a.C, en Babilonia. Allí parece ser que existió una hermandad de sabios, llamada la “Hermandad Sarmoun”, dentro de cuya escuela florecieron muchos de los conocimientos que nos llegaron más adelante a través de los árabes.

Durante los siglos XIV y XV floreció la cultura islámica, dando a conocer al mundo, las matemáticas, la astronomía y el álgebra, y a su vez, se desarrolló también la parte “mística”, siendo esta misma depositaria del conocimiento “oculto”. Esta “mística islámica se conoce como “sufismo”.

Este sistema se trasmitió de forma oral, no existen registros escritos de esta enseñanza, aunque a lo largo de la literatura, y de la obra de los sabios se puede seguir su rastro.
Un saludo
Montse Guardia






ENEAGRAMA DE LA PERSONALIDAD

El Eneagrama es:

- Una teoría de la personalidad que propone una idea dinámica del ser humano, considerándolo en continua actitud y proceso de cambio.
- Un sistema de estudio del Yo Profundo.
- Un mapa de nuestra vida interior, que identifica y describe 9 tipos distintos de personalidad, 9 formas de ver el mundo y de relacionarse con él y 9 dinámicas mentales, emocionales y conductuales, denominadas eneatipos.

- No sólo una técnica de diagnóstico de la personalidad sino, también, un método y herramienta que ofrecen pautas para investigar sobre uno mismo, para conocerse y conocer a los demás, para avanzar en el desarrollo personal psicológica y espiritual y para conseguir una adecuada y sana relación personal con la familia, la pareja, de amistad, laboral y social.
El Eneagrama:
- Nos hace tomar conciencia de que “TODAS LAS TIPOLOGÍAS” son igualmente válidas y que, además de vivir significativamente desde una, todas están en cada uno de nosotros como opciones dinámicas para el desarrollo personal.

- Nos hace caer en la cuenta de que “nuestro mapa de la realidad” no tiene por qué ser así para la otra persona.

- Nos hace comprender que cada persona tiene “su único y propio” mapa del mundo, y que ninguno es más real o verdadero ni mejor ni peor que otro

- Abre las puertas tanto a la comprensión de uno mismo como a la de los demás seres humanos con los que nos relacionamos.

Se ha definido el Eneagrama con una frase muy apropiada:

“Tenemos acceso a mucha información acerca de casi todo, pero la más útil para nosotros
es la que nos dice cómo somos, con qué automatismos nos movemos y cómo mejorar”.
Montse Guàrdia

lunes, 17 de mayo de 2010

PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD

Apreciados lectores:

Por todos es sabido que desde tiempos inmemoriables ha existido la inquietud y por consiguiente el estudio de la conducta del ser humano, muestra de ello se puede apreciar en la Historia de la Psicologia que se inicia el s. IV a.C. con Aristóteles (384 - 322 a.C.). Nació en Estargia, al norte de Grecia. Su padre fue el médico de Filipo de Macedonia (padre de Alejandro Magno). Desde los 18 años hasta los 38 estuvo en la escuela de Platón. Con la muerte de Platón en el 347 a.C., Hacia el 335 a.C. Aristóteles había regresado a Atenas, donde se ocupó de estudiar y explicar lógica, epistemología, física, biología, ética política y estética. Fue el primer filósofo de la ciencia. Creó la disciplina al analizar ciertos problemas que surgen en conexión con la explicación científica.

Para Aristóteles la mente o psique es el acto primero de todas las cosas, es lo que hace posible que sintamos y percibamos. Existen además, tres tipos de psique: vegetativa (de las plantas), sensitiva (de los animales) y racional (del hombre). La psicología humana se basa en los cinco sentidos.
Creía que los procesos de conocimiento se producen a través de los sentidos. Sostenía que la mente en el momento del nacimiento es como una tabla rasa, carece de ideas innatas y todo depende del aprendizaje. Aprender depende directamente de la memoria, que trabaja en base a la semejanza (relacionando cosas parecidas), el contraste (observando diferencias) y la contigüidad (recordamos cosas que están juntas en espacio y tiempo).
Aristóteles afirmaba que los procesos de motivación estaban guiados por dos polos: agrado y desagrado. Nuestra mente nos guía hacia el agrado y rechaza o nos separa del desagrado. El fin último de cualquier motivación es la felicidad y ésta se consigue con la búsqueda del autoperfeccionamiento; ser más perfectos y completos.
Desde entonces no se ha dejado de analizar y estudiar la psique humana por lo que en este blog, el tema principal versarà principalmente sobre el autoconocimiento, coaching personal, asertividad, autoestima, así como mejorar nuestras relaciones personales, entre muchos temas más, que pueden ser de interés.

Os espero y deseo despertar vuestra inquietud en este interesante tema como es el conocimiento de uno mismo, y por ende, el de los demás.

Un cordial saludo.


Montserrat Guardia
Licenciada en Psicologia
Colegiada nº 17.982